La cultura de paz consiste en educar con valores para generar ciertas actitudes y comportamientos que vayan en contra de la violencia y los conflictos, a fin de preservar la armonía. Conoce más al respecto, en este artículo.
Sobre la cultura de paz
La cultura de paz fue definida en la ONU y aprobada el pasado 6 de octubre de 1999, como una medida que busca erradicar la violencia y las guerras, fomentando los valores y las actitudes conciliadoras.
En tal sentido, la cultura de paz consiste en fomentar una educación que parte de los valores para generar en los estudiantes una actitud que rechace por completo a la violencia y los conflictos.
La necesidad de desarrollar este tipo de actitudes es bastante obvia, en una sociedad donde diariamente escuchamos sobre acontecimientos violentos a cualquier hora del día e incluso involucran a los entornos escolares donde nunca deberían ocurrir.
En los últimos años, valores como el respeto, la igualdad y la tolerancia se han visto opacados por la soberbia, la avaricia y la mezquindad de unas generaciones en cuya formación parece haberse dejado pasar por alto la importancia de una convivencia armónica y el cumplimiento de los derechos que todas las personas tienen.
Manifiesto 2000 para una cultura de paz y sin violencia
En el año 2000 se creó un movimiento a través del internet llamado “Manifiesto 2000 para una cultura de paz y sin violencia”, en el cual se promovían una serie de acciones y se invitaba a las personas a firmar como gesto de aceptación, para asumirlas por voluntad propia y ser garantes de estas actitudes.
Dichas acciones consistían en lo siguiente:
- Rechazar la violencia
- Manifestar la generosidad a través de acciones.
- Contribuir al desarrollo de la propia comunidad.
- Preservar el planeta.
Cada persona que firmaba el manifiesto se comprometía a llevar a cabo dichas acciones de manera voluntaria y altruista, con el único propósito de fomentar la cultura de paz en su radio de acción.
Situación actual de la cultura de paz en el mundo
A nivel mundial, existen algunos países en los que ya se ha implementado la cultura de paz en las escuelas (especialmente a nivel básico) para promover este movimiento altruista y multiplicar los esfuerzos en beneficio de un planeta sin violencia.
Múltiples iniciativas se han realizado con este mismo fin, desde proyectos y talleres que buscan crear conciencia en las comunidades y centros escolares, hasta labores completas de mejoramiento de las condiciones actuales de la naturaleza, como un gesto de respeto y buena voluntad hacia los demás seres vivos.
Incluso ha llegado a implementarse un tipo de manifestación conocido como la “resistencia no violenta” que busca mostrar la posibilidad de rechazar algo con lo que no se está de acuerdo mediante actos no cooperativos y protestas simbólicas donde no se daña nada ni a nadie.
La idea de este tipo de manifestación es mantener coherencia con la no violencia, pero aun así consigue llamar la atención porque precisamente no es el comportamiento que se espera.
Con esto queda claro que en una cultura de paz no se debe estar conforme con las injusticias u omitir aquello que no es correcto, simplemente se trata de buscar otras alternativas para manifestar un pensamiento diferente y hacer valer el derecho de expresarse sin vulnerar la integridad y los derechos de las demás personas.
Aunque aún queda un camino largo por recorrer, se espera llegar el día en que las sociedades del mundo entero asuman esta postura de paz y se nieguen a seguir sacrificando vidas en guerra y conflictos que solo competen a unos pocos, pero afectan a grandes cantidades de personas.