La educación en valores parte de la concepción de que una generación consciente se forma a través de los principios que le son inculcados desde temprana edad, con la colaboración de padres, representantes, docentes y adultos significativos. En este post procuraremos dilucidar algunas estrategias para fomentarla.
La importancia de los valores
Nunca antes había sido tan necesaria la educación en valores como ahora, cuando vivimos en un mundo donde la violencia y la desigualdad se manifiestan a diario en cualquier parte y parecen no tener medida.
Esto ha sido la consecuencia de los últimos años, donde se han venido flexibilizando los esquemas educativos con el propósito de dar más libertades y lamentablemente se vienen generando este tipo de problemas como daños colaterales.
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Los valores son esenciales para la convivencia armónica entre las personas, pues el respeto, la honestidad, la responsabilidad y la empatía son esenciales, al igual que el resto de ellos. Solo en una sociedad donde cada uno de sus miembros actúe conforme a estos preceptos, será posible la paz y la existencia a largo plazo.
Las generaciones más recientes están demostrando que el sistema educativo actual está fracasando en el intento de inculcar valores, pero no toda la responsabilidad es suya, puesto que la labor principal les corresponde a los padres y las familias, quienes representan el eslabón primario en la cadena de sus vidas.
Estrategias para fomentar la educación en valores
Fomentar a través del ejemplo es la mejor manera de inculcar valores en las personas, especialmente en los niños. Para ello, basta con actuar correctamente para enseñar cómo se debe manejar cada situación en la vida.
Es muy sencillo que un padre deshonesto críe hijos deshonestos, aunque así no lo quiera, porque será lo que les muestre en casa y ellos crecerán pensando que es lo correcto.
Tomando como ejemplo esta misma situación, los esfuerzos de la escuela pueden ser en vano, si no se cuenta con el apoyo de la familia y la sociedad.
En las aulas de clases se pueden fomentar valores a través de los hábitos. Como por ejemplo, dar los buenos días cada día, mantener la limpieza en el salón y ordenar todo al finalizar la jornada, compartir los implementos escolares, entre otros.
Todas estas son acciones sencillas que se pueden realizar de manera cotidiana para crear hábitos y al mismo tiempo se están fomentando valores como la equidad, el cuidado del ambiente, el respeto hacia los demás, entre otros.
Adicionalmente, es oportuno que en cada estrategia metodológica aplicada por el docente se procure fomentar al menos un valor, de modo que al final del día los estudiantes pongan en práctica varios de ellos y acaben tomándolos como parte de su propio estilo de vida para seguirlos practicando fuera de la escuela.
Una oportunidad de seguir existiendo
Aunque suene duro, si la humanidad no se corrige a tiempo y aprendemos a vivir respetando a los demás seres vivos y a la naturaleza, será poco el tiempo que podamos seguir existiendo como especie en este planeta.
Lamentablemente, han sido años dedicados a utilizar indiscriminadamente los recursos que nos brinda la Tierra y dañar sus espacios sin compasión. Ahora, cuando somos capaces de ver los estragos ocasionados, deseamos poner solución a la situación de inmediato pero esto tomará tiempo.
El tiempo es valioso y no le sobra a nadie, mucho menos a la humanidad que ha causado tanto daño en este planeta. Por lo tanto, se requiere aplicar las estrategias correctas para fomentar la educación en valores y procurar que tanto las generaciones presentes como las futuras, sean capaces de valorar lo que tenemos y cuidarlo para que siga existiendo.